Perdiendo la pureza

En honor a la resurrección de Jesús, esta vez les traigo un thriller psicológico, y con un poquito de gore (tampoco diría gore, pero sí que hay sangre) para condimentar. Encontré esta película hoy en la mañana, mientras me decía: «tengo ganas de ver cine japonés, no sé», y gracias a esa búsqueda, apareció una carátula muy bonita, y era Perfect Blue (1998) de Satoshi Kun. Y sí, juzgué por la portada, pero sepan que no estoy arrepentida.

No pueden decir que está fea, vamos

Perfect Blue nos cuenta la historia de como, Mima Kirigoe, trata de cambiar la imagen de cantante que se ha formado en su trío de J-Pop, llamado CHAM. Con el fin de buscar otra pasión y dedicarse a otras cosas, Mima elige hacerse actriz. Decidido esto, ella lanza su último concierto, donde anuncia su salida de los escenarios. Esto no es tan bien recibido por sus fans, y más en una persona en específico, quien la acosará y acechará hasta el cansancio. Además de esto, ella tendrá que afrontar la presión y la crítica continúa que se le hace por más decisiones que tomará, haciéndola dudar más de una vez sobre su cordura.

La verdad es que, disfruté de esta película, excepto por algunos aspectos que iré explicando más adelante, pero es algo que vale la pena ver. Pero antes que todo, haré hincapié en lo hija de puta que es este filme. LA ORACIÓN «JUGAR CON LA MENTE DE LOS DEMÁS», SE QUEDA EN NADA CON ESTA PELÍCULA. Es decir, Perfect Blue es un constante desconcierto para los ojos del espectador, es impresionante como desmorona las teorías que uno puede haber pensado, y es impactante cómo puede hacer creer diferentes cosas y revelarte que son mentira. Es más, en casi la segunda mitad de la película, yo ya no sabía que era verdad o que era mentira. Incluso, más de alguna vez pensé en dejarla, porque creía que no la estaba entendiendo o que se me estaban pasando cosas importantes, pero que no cunda el pánico, todo se hila al final.

Hasta los peces se le mueren a la pobre

No puedo hablar de personajes en general, ya que, el filme sólo se concentra en la protagonista. Podría decir que denominar a los demás como personaje secundario, ya sería mucho, ya que no profundizan en ninguno de ellos. Pero no me malentiendan, el hecho de que no estén tan desarrollados, no quita que sean medianamente importantes, y que intervengan en la historia de Mima. Porque de toda la mierda que le pasa a Mima (no puede ser definida de otra manera xD), la culpa sólo la tienen esos personajes. No podemos destacar nada de la protagonista, sólo lo obvio: una chica muy linda, con mucho talento para el mundo de espectáculo, sumisa, muy educada, casi nada de carácter y su sentido común e inteligencia brillan por su ausencia. Porque, a ver, si alguien te está acosando, le dices a la policía, le cuentas a algún familiar o a un amigo, pero no te quedas callada, por Dios. O en el último de los casos, te compras un arma de defensa personal, pero quieta no te quedas. En fin, Mima Kirigoe, es una chica muy normalita (exceptuando que es famosa, claro), si no fuera por la muy buen trama que tiene la película, esta pobre chica se hubiera quedado en nada. Aunque si hay que concederle los huevos que tiene, quiero decir, soportar la presión que llevaba a cuestas y  no mandar todo a la mierda, es bastante destacable. La verdad sea dicha. 

Pero tengo que confesar algo que me molestó soberanamente, y eso es el machismo importante que existe en esta película. Está, por ejemplo, (no es un spoiler, tranquilos. Es algo importante, pero no desvela nada), el hecho de que Mima sea mal vista por hacer una escena, TOTALMENTE ACTUADA, de una violación. Puedo empatizar con que sea algo vergonzoso de hacer, pero lo que no puedo entender, es como es tratada luego de hacer esto. En la película, el hecho de haber actuado algo así, la convierte en algo marcado, manchado. Que ya no es puro (de esto viene el título). Su manager, «sus fans», la ven como algo sucio después de hacer esto. Además, ¿por qué tiene que ser ella la sucia? Quiero decir, en el hipotético caso de que haya sido violada de verdad, ¿ella sería la manchada? Toda persona con sentido común y bien informada, sabe que en una violación la mujer nunca tendrá la culpa. Entonces, ¿por qué el hecho de haber actuado una agresión hacia ella, ella tiene que ser la mala? Otro punto es que, las mujeres no son objetos para ser calificadas como puras, o al contrario, profanadas. La vista de que el género femenino es algo inocente, no es más que un producto del mero machismo. Es más, por esto mismo nacen conceptos como la virginidad, «el respeto a ti misma» (la humillación que se le hace a una mujer, cuando decide hacer lo que quiera con su cuerpo), cosa más misógina que la iglesia misma. Ay, es que si ya tuviste sexo, eres una puta, y si no lo has tenido, una frígida jiji. Y esto aumenta mucho más cuando ella hace desnudos. Aunque si contextualizamos, es comprensible este tipo de cosas en la cultura japonesa, la cual es conservadora de por sí. Pero en fin, esto va a hacer que me enoje más, y eso no le hace bien a mi corazoncito.

Mucha gente dice que compraron los derechos de esta película para hacer El cisne negro, cosa que ha sido desmentida por el autor de esta última. No sabría decir si tienen algún parecido, porque nunca he visto la que es protagonizada por Natalie Portman, pero he investigado, y he leído que tienen parecidos a rasgos generales, y que cada una difiere de la otra por muchas cosas. Quizá algún día vea El cisne negro, ni idea.

Buena suerte no es su lema

La animación le sube muchos puntos, no falta decir que no es como la de esta época, pero considerando el año en el que se hizo (1997, 1998), es bastante aceptable, y el dibujo se hace agradable a la vista, podríamos decir que llega a ser bonito, incluso. Tiene un toque bastante sombrío, algo apagado, ya que los colores son siempre suaves, nunca hay un color muy fuerte o llamativo, cosa que es comprensible por la trama.

Es una película un poco intensa, muy oscura, y que sí, te puede hacer pensar. Yo no la pondría en el podio en el que está, por motivos ya mencionados hace minutos, pero es un filme que vale la pena ver y que no avanza lentamente (en realidad, se me hizo un pelín lenta, pero en ningún momento la sentí aburrida), te tiene activo y pensando, te deja pletórico más de una vez. Además, tengo que mencionar el final, una cosa muy estupenda y que yo nunca me hubiera imaginado. En fin, creo que un filme que da gusto de ver, pero tampoco debe tomarse como una de las joyas del anime.

¡Hasta la próxima! 🙂

Cómo matar a tus compañeros de clase

Luego de prometer en la primera entrada que subiría regularmente, he de decir que mi nivel para cumplir las cosas es de -100. Pero olvidando mi irresponsabilidad patológica, les traigo un libro que me gustó bastante, y que tenía unas ganas enormes de hablar de él.

Y del libro que estoy hablando, es Battle Royale (1999). La novela generó una gran polémica, ya que trataba de temas que en Japón eran consideradas tabúes, así que  Battle Royale no se demoró en ser un best seller. Y es que, este libro, es gore del puro. Takami no tiene ninguna sutileza al contar alguna muerte a manos de un picahielos (cosa que pasa). También, contiene una crítica -no es leve, ni tampoco fuerte-, al sistema de hoy en día, y el creado en su libro. Pero me dejo de tanta palabrería e iré a explicar el argumento.

Sí, la portada en un poquito mierder, pero qué le vamos a hacer

Battle Royale  nos cuenta cómo el gobierno lleva a cabo una masacre: al azar, se elige un curso de noveno año de una escuela, ponen a los alumnos en una isla, y son obligados a matarse entre todos, hasta que quede uno. Esta vez, es la clase noveno-B del instituo Shoroiwa la que ha sido seleccionada, y son forzados a asesinarse entre ellos. Ahí es cuando aparece Shuya Nanahara, el personaje principal, ya que la mayoría del libro se centra en los pasos de él, aunque hay muchos capítulos que cuentan la perspectiva de otros personajes. Por los hechos ya contados, los alumnos tienen dos opciones: aniquilar o ser aniquilados.

De esta forma se expone el argumento de Battle Royale, y sí, sé que estarán pensando en Los juegos del hambre, ya que es inevitable no encontrarle el parecido, pero es que Battle Royale le puede dar una buena tunda al otro, respecto en personajes, en reflexiones, EN EL GORE MÁXIMO, en la forma en que todo está planteado. Además, no debemos olvidar que la novela de Takami ha sido publicada mucho antes que la de Collins. Es más, se dice que Koushun demandó a la autora de Los juegos del hambre por plagio. Lo mismo es una mera especulación, pero el punto es que este libro no debe ser comparado en ningún punto con el otro, ya que tocan temas diferentes, y buscan cosas diferentes. Battle Royale habla sobre una distopía en donde todos se preocupan de sí mismos, de una sociedad individualista, y el egoísmo natural del ser humano, cosas que no está tan alejadas del mundo hoy en día.

Este NO es el manga de Battle Royale, el verdadero está más abajo, sólo encontré esta foto por ahí, y el dibujo me hace ilusión

Shuya Nanahara, el estudiante n° 15, es un personaje que está desarrollado y que tiene una evolución en la historia. Empieza como un chico de quince años, un poco bastante ingenuo, que es capaz de poner las manos al fuego por personas que no conoce. Confía en que todos sus compañeros actuarán con la cabeza, y no se dejarán llevar por el pánico de la situación, pero nuestra querida alma cándida se estampará de cara con la realidad. No sé ustedes, pero personalmente, esta credulidad en el personaje fue algo que me llegó a dar lástima y me exasperó en algunas situaciones. Aunque después aprende que al toro hay que tomarlo de los cuernos, y empieza a ser mucho más astuto y precavido. Por otro lado, está Noriko Nakagawa, la estudiante n°15, quien es la acompañante de Shuya, y con ella es donde entra mi problema en esta novela. Es que, a ver, Noriko no es una estúpida, pero sí bastante inútil. No por el hecho de que le hayan pegado un balazo (no creo que sea un spoiler, ya que no es información transcendental) en la pierna, sino porque creo que no aporta nada. O sea, sí, me cayó bien, pero no me dice nada. Noriko no sigue el estereotipo de chica imbécil y llorica de la que tanto estamos acostumbrados, es más, la mayoría del tiempo demuestra tener sentido común y dice cosas maravillosas (cuando lo lean, lo entenderán), pero hasta ahí se queda. En una chica normalita. Y por último, está Shogo Kawada, el estudiante n° 05, un chico callado y con pinta de tipo malo, por lo que la mayoría de la clase no se acerca. Pero por diversos motivos, se termina uniendo a Shuya y a Noriko, y nos muestran a un chico cómico, inteligente y un poquito machacado por la vida. Sinceramente, este fue el personaje que más me gustó, ya que me parecía el más franco respecto a la situación, cosa que hay que destacar, porque múltiples veces tuvo que mostrarle la realidad a Shuya. No voy a decir si este personaje es lo que se esperaba, pero de que está desarrollado, lo está. Quizá no entra en ma categoría de mejores, pero cumple con las expectativas. Luego están otros personajes, que si bien son secundarios, uno puede empatizar con ellos y descubrir unas cositas bastante turbias.

Battle Royale, actualmente tiene una película y un manga -éste último hecho por el mismo autor de la novela-. El manga, con quince tomos, según el autor, es el que está más bien trabajado, ya que permitió que desarrollara mucho mejor los personajes. Además de los quince tomos, también tiene otro: Battle Royale II: Blitz Royale. (No he leído ninguno de los dos, pero ya le echaré una ojeada). La película está basada en el libro, y su secuela Battle Royale II: Réquiem, no está basado en la novela, ni tampoco con el segundo manga.

Película de Battle Royale

Manga de Battle Royale

Battle Royale no es un monumento de libro, ni el mejor escrito en la historia. Pero a pesar de tener 600 y pico páginas, sólo fue una vez en la que me sentí un poco cansada. Siempre te mantiene en la cuerda floja y muy atento. Es un libro que hace plantearte cosas sobre la sociedad actual, el ser humano; en resumen, te hace pensar. Y un material que te hace mover los engranajes, no debe ser desperdiciado. No hace falta decir que tiene mucha muerte entre sus páginas, y aunque no entra en la sección sólo para estómagos de acero, las partes gores si dan tiquismiquis y es un poco fuerte. Así que recomiendo discreción. Advierto que termina un poco en tragedia, y en mi caso, quedé en shock y la pena me siguió por unos días. Pero de cualquier forma, Battle Royale es un libro que deberían leer.

¡Hasta la próxima! 🙂